La llama y la caricia
Ulises Paniagua
Lo que se deja en el
lenguaje de la llama y la caricia
no es el áspero color
a humedad de la entretela
no es la savia de la
figura, el recorte de una presencia
el enlace de dos vientres,
la persecución desenfadada
ni el vahído, el acercamiento.
Lo que se deja en el
lenguaje de los que aman
-cuando en el umbral
se aman-
es alba intuición,
ese algo, cualquier algo
un trasatlántico en
hundimiento al cual asirse con enardecidas zarpas:
lo que semeja al
color de la humedad, la presencia, ese vahído.
Un letargo atemporal
que florece
que no se palpa con
las yemas ni la memoria de lo mirado
Eso es lo que queda:
el arrullo de luz, el
perfume de un halo, la vibración en la cuerda.
Ulises Paniagua, Derechos reservados, 2013.
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